miércoles, 7 de agosto de 2013

La labor de la prensa

Los medios de comunicación tienen una labor fundamental en la vida de una sociedad, especialmente en aquellas que se definen como democráticas. No podemos olvidar que el ciudadano, por sí mismo, no tiene casi capacidad alguna para enterarse de las noticias a no ser que lo haga a través de la televisión, la radio, los periódicos o los medios de internet. Una vez el ciudadano quiere conocer lo que ocurre, la realidad tiene que estar necesariamente filtrada, puesto que sería un caos absoluto que se situaran noticias económicas al mismo nivel que noticias deportivas. Una buena gestión de la oferta de información es el primer paso necesario para un buen medio de prensa.
El segundo debe ser lograr la mayor objetividad posible en la información. No es de recibo que se mezcle opinión acerca de un hecho con la realidad del hecho mismo. Es cierto que es difícil ser objetivo incluso en la manera de dar a conocer un hecho concreto, pero donde más se necesita es en la selección de aquellos hechos que tienen más relevancia que otros. Por ejemplo, no podemos pensar que en un telediario tenga más minutos una noticia sobre un entrenamiento de pretemporada de un equipo de fútbol como el Real Madrid que una noticia acerca de la estafa de preferentes y subordinadas de los bancos. Y si permitimos que esto sea así es porque nos tragamos todo lo que nos ofrecen sin quejarnos. Bueno, tener un presidente que ha declarado que su periódico favorito es el Marca no ayuda, pero aun así la culpa es nuestra por votar a semejantes necios.
Por último, la opinión en un medio, si bien es necesaria, no tiene que ser elevada a la categoría de "verdad revelada". Una opinión tiene que estar razonada. Una opinión tiene que ser respetuosa, pero firme; no necesariamente insultante, pero sí dura cuando se merezca; no ilusa, pero sí positivamente crítica.
Los medios tienen una labor fundamental, como decía al principio: educar a los ciudadanos a través de la buena gestión de la información, para hacer de estos unos votantes responsables, unos demócratas participativos, y unos educadores útiles para la siguiente generación.
Está claro que los medios no cumplen ese papel. Pero también está claro que nosotros se lo estamos permitiendo. ¿Por qué permitimos que, día tras día, se oculten las decenas de noticias importantes que acontecen tras las estupideces de los políticos como lo de Gibraltar? ¿Por qué dejamos que la casposa casta política se salga con la suya controlando los medios y convirtiéndolos en propaganda barata? ¿Por qué dejamos que pese más el gusto por ver que alguien opina como nosotros al espíritu crítico hasta con nuestro bando?
España, una vez más, demuestra un nivel cívico, democrático y social paupérrimo. Una razón más para avergonzarme del lugar que me vió nacer. Una razón más para pensar muy sinceramente en la emigración como futuro.

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