Varias cosas nos producen estupor si analizamos con profundidad las declaraciones de Rajoy el otro día en su comparecencia parlamentaria. Pero hoy me gustaría centrarme en una: el insultantemente vergonzoso asunto de los sobresueldos.
Si tratara de escribir aquí todos y cada uno de los eufemismos que utilizó el personaje que tenemos por presidente para referirse a ellos, el teclado se declararía en huelga por asco. Lo que me enerva de todo esto es que no se haya insistido más en un hecho muy básico: se llamen como se llamen, son absolutamente ilegales.
No es ilegal que una persona reciba dos sueldos, si tiene dos trabajos, desde luego. No es ilegal que una persona reciba complementos a su sueldo, si los merece y están acordados con su empresa. Ahí no cabe discusión. Pero sin embargo, en el caso de Rajoy y de otros dirigentes del PP, se produce un hecho significativo y repugnante, y es que reciben ese sobresueldo en dinero negro porque si fuera en dinero limpio, cotizado, incurrirían en el delito de incompatibilidad por cargo público. ¡Y todo porque no les bastaba con el sueldo de ministros! Y eso que es un sueldo que da para vivir de manera sobrada.
Rajoy declaró en sede parlamentaria que el no estaba en la política para ganar dinero, porque tenía oficio. Sí, lo tenía: registrador de la propiedad. Obtenido por oposición pública (sorprendentemente en el caso de Rajoy) y del que supongo que se encuentra en excedencia desde el mismo momento en que decidió dedicarse al empeño público de la política, hace ya décadas. La cuestión que me viene a mí a la cabeza es: si tiene oficio y no está en la política para enriquecerse, ¿por qué necesita de un sobresueldo al sueldo que recibe como diputado? Es absolutamente incoherente pensar que lo recibía para complementar sus emolumentos, es decir, para llegar más holgado a fin de mes con un nivel de vida de maharajá. Si esto no es así, entonces sólo se me ocurre que fuera en pago por algún servicio.
¿Qué servicios puede dar un ministro que sean susceptibles de ser pagados con dinero negro? Está claro que la lista la encabeza la de licitaciones, contratos y subvenciones públicas que, de mano de dicho ministro, le han sido concedidas a empresas que, de manera ilícita, han estado pagando por ellas con las famosas "donaciones" que Bárcenas anotaba diligentemente en sus papeles contables.
Y así, con esa tranquilidad que le caracteriza, Rajoy sólo tiene una cosa que decir con respecto a esto: "sí, se cobran [insertar eufemismo pepero], pero como en todos lados". Fin de la "cita".
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